AMISTAD SIN CONDICIONES


Puesto que la amistad tiene un carácter de regalo tan alto, uno podría pensar que todo en ella se escribe con caracteres de gratuidad. Si así fuera, la amistad sería un mundo sin condiciones. Pero, ¿es así?
Soñemos un poco. ¿Cómo sería una amistad sin condiciones, sin límites, sin barreras? ¿Podría existir algo así?
Para intentar una respuesta tratemos de aclararnos qué es una condición o límite. Porque es claro que todos ponemos límites. “Mi privacidad” es un límite que pongo y que me interesa bastante que los demás respetan, también si son mis amigos. Eventualmente puedo abrir puertas para mostrar cosas que tienen cierta intimidad pero yo, lo mismo que los demás, siento un pudor natural en cuanto a contar mis cosas a todo el mundo o a todos los amigos.
Esta sencilla consideración hace ver que, no importa cuán romántico suene lo de la amistad sin límites, es un hecho que los límites cumplen una función positiva a su manera.
Todo parece radicar en una verdad muy simple y profunda a la vez: aquello que revelamos a otro le concede un cierto poder sobre nosotros. Mucho antes de la era de los chips y de Internet, “información” significa “poder.” Cada cosa que revelamos es una puerta que abrimos, es un “arma” que entregamos. Nuestro pudor emocional intenta sencillamente un cierto control sobre quiénes tendrán luego control sobre nosotros.
De hecho, ahí está lo doloroso de la traición y lo repugnante del traidor, que aprovecha el flanco débil, que seguramente sólo él conoce, para causar un daño que sin su preciosa información nunca se hubiera conseguido. El ejemplo típico es el de Judas Iscariote. Sin su acción, pero sobre todo sin su información, las cosas hubieran sido casi imposibles para los enemigos de Cristo.
De acuerdo con esto, lo que tenemos que preguntar es casi lo opuesto a nuestra pregunta inicial: ¿tiene sentido una amistad sin condiciones y sin límites? Pareciera que tener un amigo así es casi como entregarnos en manos de él o de ella. ¿Vale la pena hacer algo así? ¿Tiene sentido?
Son pregunta agudas. Se vuelven más serias aún en nuestra época que tanto calora la famosa palabra “transparencia.” Y bueno, ¿qué es ser transparente sino abrir toda la información, es decir, quitar todos los límites y condicionamientos? Así puestas las cosas nos toca seguir preguntando: ¿se puede de veras pedir transparencia?
La transparencia es un ideal válido para las gestiones públicas, hablando en términos generales, pero mi opinión es que resulta imposible e inadecuada para las relaciones humanas en general. Lo que podemos pedir es sinceridad, es decir, la exclusión del engaño deliberado, pero esperar amigos transparentes es como esperar amigos de aire.
Esto no significa que la confianza no pueda o incluso deba crecer. Pero su ritmo de crecimiento no puede ser impuesto desde un ideal que termina amenazando toda la intimidad y el mundo emocional de la gente. Podemos aspirar a la confianza y estar de acuerdo en un código básico de sinceridad. No es poca cosa. Desde allí se puede crecer de muchas maneras, de modo que el respeto vaya unido al afecto y sintamos que, si bien, de nadie somos dueños, cada vez nos pertenecemos más y mejor.




LA AMISTAD PARA TODOS LOS QUE TENGAN UN AMIGO


VERDADERA AMIGA


Entre palabras y risas
bajo una luna latente
de este frío invierno
nos conocimos de repente.
Amiga mía, cuanto te he esperado,
no te imaginas cuantas veces te he soñado.
Eres tan especial y tan compañera.
me acompañas con mis risas
tristezas y penas.
Estas siempre atravesando las fronteras
para que llegue a mí,
la melodía de tu voz.
Y cuando me siento sola
en días de nostalgia
me acompañas con tus ojos en silencio
y me haces sonreír.
Porque eres flor
que no deshoja con el tiempo,
que reparte su perfume
por donde quieras
¡Oh Amiga cuanto te quiero!

LA AMISTAD CRUZA FRONTERAS





La AMISTAD es algo especial un sentimiento que no podemos verlo pero lo podemos sentirlo es algo puro, hermoso y maravilloso la amista se da a cambio de recibir nada a cambio ya que lo debemos de encontrar y preservar no se encuentra tirado en ninguna parte es algo que nace y que a través del tiempo cruza las fronteras es un sentimiento maravilloso que se siente 

La amistad es un refugio fiel ya que si has encontrado una amistad sincera y pura como el agua cuídala y protegela  ya que dios refleja el amor que nos tiene a cercas de la amistad que existen entre ambas ya que por medio de la AMISTAD podemos compartir y disfrutar momentos super especiales.

AMIGOS X SIEMPRE  










CARTA A UNA AMIGA











DEDICADO A LA AMISTAD QUE HAY ENTRE LAS DOS GABY

ASI ES NUESTRA COMO LO INFINITO

 Esta imagen nos dice todo acerca de la AMISTAD


La AMISTAD es un regalo de Dios


La AMISTAD es un sentimiento muy hermoso que creo Dios 

La amistad en la vida cristiana.


La amistad nos lleva a iniciar a nuestros amigos en una verdadera vida cristiana si están lejos de la Iglesia, o a que reemprendan el camino que un mal día abandonaron, si dejaron de practicar la fe que recibieron. Con paciencia y constancia, sin prisa, sin pausa, se irán acercando al Señor, que les espera.

En ocasiones podremos hacer junto con ellos un rato de oración, una obra de misericordia visitando a un enfermo o a una persona necesitada, les pediremos que nos acompañen a hacer una visita a Jesús Sacramentado… cuando sea oportuno les hablaremos del sacramento de la misericordia divina: la Confesión, y les ayudaremos a prepararse para recibirlo.

La amistad todo lo puede con la ayuda de la gracia: ayuda que debemos implorar al Señor con oración y mortificación. El Señor desea que tengamos muchos amigos porque es infinito su amor por los hombres y nuestra amistad es un instrumento para llegar a ellos.

¡Cuántas personas con las que cada día nos relacionamos están esperando, aún sin saberlo, que les llegue la luz de Cristo! ¡Que alegría la nuestra cada vez que un amigo nuestro se hace amigo del Amigo!.


Jesús que pasó haciendo el bien, y que se ganó el corazón de tantas personas, es nuestro Modelo. Así hemos de pasar nosotros por la familia, el trabajo, los vecinos, los amigos. Hoy es un día oportuno para que nos preguntemos si las personas que habitualmente se relacionan con nosotros se sienten movidas por nuestro ejemplo y nuestra palabra a estar más cerca del Señor, si nos preocupa su alma, si se puede decir con verdad que, como Jesús, estamos pasando por su vida haciendo el bien.

BIENVENIDOS

Te doy la bienvenida a mi blog en el cual estaré publicando, todo lo relacionado a;


 La amistad verdadera es desinteresada, pues más consiste en dar que en recibir; no busca el provecho propio, sino el del amigo. El amigo verdadero no puede tener, para su amigo, dos caras: la amistad, si ha de ser leal y sincera, exige renuncias, rectitud, intercambio de favores, de servicios nobles y lícitos. 

El amigo es fuerte y sincero en la medida en que, de acuerdo con la prudencia sobrenatural, piensa generosamente en los demás, con personal sacrificio. Del amigo se espera la correspondencia al clima de confianza, que se establece con la verdadera amistad; se espera el reconocimiento de lo que somos y, cuando sea necesaria, también la defensa clara y sin paliativos.

Para que haya verdadera amistad es necesario que exista correspondencia, es preciso que el afecto y la benevolencia sean mutuos, si es verdadera, la amistad tiende siempre a hacerse más fuerte: no se deja corromper por la envidia, no se enfría por las sospechas, crece en la dificultad. Entonces se comparten con naturalidad las alegrías y las penas.

La amistad es un bien humano y, a su vez, ocasión para desarrollar muchas virtudes humanas, porque crea una armonía de sentimientos y gustos que prescinde del amor de los sentidos, pero, en cambio, desarrolla hasta grados muy elevados, e incluso hasta el heroísmo, la dedicación del amigo al amigo: "Creemos - enseñaba Pablo VI - que los encuentros (…) dan ocasión a almas nobles y virtuosas para gozar de esta relación humana y cristiana que se llama amistad. Lo cual supone y desarrolla la generosidad, el desinterés, la simpatía, la solidaridad y; especialmente, la posibilidad de mutos sacrificios".

El buen amigo no abandona en las dificultades, no traiciona; nunca habla mal del amigo, ni permite que, ausente sea criticado, porque sale en su defensa. Amistad es sinceridad, confianza, compartir penas y alegrías, animar, consolar, ayudar con el ejemplo.

Es propio de la amistad dar al amigo lo mejor que se posee. Nuestro más alto valor, sin comparación posible, es el haber encontrado a Cristo. No tendríamos verdadera amistad si no comunicáramos el inmenso don de nuestra fe cristiana. Nuestros amigos deben encontrar en nosotros, los cristianos que quieren seguir de cerca de Jesús, apoyo y fortaleza y un sentido sobrenatural para su vida.